
Un abrazo, una caricia, quizás unos besos, pero nada más.
Las películas y series de televisión turcas ahora también han acostumbrado al público italiano aamor anhelado, pero nunca consumado, una característica que sin embargo agrada en el extranjero. ¿Un ejemplo?
Al principio estaban Öykü y Ayaz en #Temporada de las cerezas - La temporada del corazón. Los espectadores de Mediaset fueron testigos de su naciente historia de amor, que solo se concretó tras la boda. Luego estaban los de Ferit y Nazli. #Agridulce - Ingredientes del amor. Atraídos el uno por el otro, se casaron para tener la custodia del pequeño Bulut. Pero incluso allí, la relación se consumó semanas después de la boda.

Y la misma suerte afecta también a Can y Sanem, protagonistas de #Daydreamer - Las alas del sueño. A pesar de la evidente atracción, siempre a punto de estallar en una pasión desbordante, los dos amantes llegarán al matrimonio recién en el último episodio.
¿Una censura querida por Mediaset? ¿O es una característica de la serie turca?
De Bitter Sweet a Daydreamer, el amor en las películas y series turcas

Turquía es el segundo mayor productor mundial de series de televisión. Tras la emisión de Temporada de cerezas, Mediaset sigue ofreciendo cada año nuevos productos de televisión, centrándose en el actor Can Yaman, famosa en casa y entre el público femenino de Canale 5.
Baste decir que Daydreamer, que lo ve como protagonista junto a Demet Özdemir, alcanza picos de 3 millones de espectadores y un 22% de share, resultados importantes que han convencido a la cadena para trasladarlo a temprano en la noche y luego el fin de semana.

Pero, ¿qué es lo que les gusta de la serie turca? Las historias que se cuentan son ligeras, divertidas y románticas: lael amor es el componente principal, y se cuenta en todos los matices. Los personajes se tocan, se tocan las manos, se miran a los ojos. Cada pequeño contacto sucede de una manera íntima y delicada.
La la falta de escenas de sexo no estropea la historiade hecho: se basa en la química de los personajes involucrados. Por eso, esperar un beso hace que todo sea más excitante y deseado.
Ambientada en la moderna, colorida y cambiante Estambul, la serie turca también explora la cultura del país. Por lo general, los dos amantes pertenecen a clases sociales opuestas: él rico, ella humilde. En ambos casos, las familias presionan para que sus hijos encuentren esposa o esposo. Los hombres generalmente tienen más ventajas porque son herederos del negocio familiar, mientras que las mujeres se enfrentan a una elección: casarse o encontrar un trabajo. Al final, el amor triunfa, no sin haber enfrentado numerosos obstáculos.
Sin censura de Mediaset en series turcas
Mediaset, por tanto, no ha realizado ninguna censura de las escenas más extremas de la serie turca. Más bien, transmitió los episodios completos, de acuerdo con el formato occidental (el episodio original de 2 horas se dividió en 3 episodios de 40 minutos).
Sin embargo, en la adaptación italiana, Mediaset hizo pequeños cortes en algunas escenas de Daydreamer que, sin embargo, no tocan en absoluto la trama (aquí la información detallada al respecto).
Producciones turcas: tradición versus modernidad

La elección de no incluir escenas más atrevidas es el resultado de una sociedad fuertemente conservadora, especialmente en lo que respecta a la condición de la mujer.
Aunque se muestran sumisos y dedicados al cuidado de la casa, los protagonistas de las producciones turcas desean una vida diferente. Quieren ser independientes, capaces de ganar dinero sin contar siempre con el apoyo de su esposo o familia. Existe por tanto la ganas de romper con la tradición y atreverse, pero sin acercarse demasiado al estilo occidental.
Intentar acabar con la tradición es un acto contra gobierno, dispuesto a intervenir en las elecciones de los medios televisivos. En este sentido, Bahía Yanlış, serie que reúne a Can Yaman y Özge Gürel, ha traído un soplo de aire fresco a la televisión, mostrando una historia atrevida con mujeres fuertes y autónomas, un retrato que en realidad no representa los cánones del país. Quizás este sea uno de los factores que llevó a la serie hacia la cancellazione.
Por el contrario, las producciones turcas en Netflix disfrutan de cierta libertad artística que le permite insertar escenas más trepidantes sin tener que preocuparse por ofender la sensibilidad moral del espectador. El público, sin embargo, ha hecho su elección: al amor físico, prefiere el amor bondadoso de Daydreamer.